El presidente Luis Arce afirmó este lunes que, con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), ahora Bolivia camina por la senda de la industrialización de los recursos renovables y no renovables para sustituir importaciones.
“Nuestro modelo económico ha demostrado ser lo que se necesitaba para desmontar los viejos modelos de dominación y explotación, para distribuir la riqueza en momentos de bonanza, para salir de los momentos de crisis ocasionados por razones internas y externas; y, ahora, para encaminar al país por la senda de la industrialización de nuestros recursos renovables y no renovables con sustitución de importaciones”, afirmó el Jefe de Estado.
Durante el acto de conmemoración por el Día del Estado Plurinacional, este 22 de enero, el mandatario recordó que desde 2006, con la Revolución Democrática y Cultural y con la implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, se tuvo dos principales objetivos.
“Primero, desmontar las viejas estructuras del modelo neoliberal; y, segundo, de manera paralela, diseñar e implementar cada uno de los entramados de aquel nuevo modelo llamado a reencausar los motores del crecimiento económico con justicia social y con mayor presencia del Estado en la economía”, explicó.
En ese sentido, la premisa siempre fue la de construir una sociedad inclusiva, equitativa, que retomara los saberes ancestrales y rindiera un homenaje permanente a la lucha del pueblo por recuperar los recursos naturales y “el soberano derecho de gobernarnos a nosotros mismos”.
“Es así que a lo largo de los años hemos logrado instalar y hacer funcionar un modelo económico que ha sido capaz de enfrentar las peores crisis y que, después de la interrupción del orden constitucional en 2019, una pandemia, una recesión global y conflictos bélicos que se multiplican y han derivado en presiones inflacionarias mundiales, sigue demostrando plena vitalidad y ofreciendo buenos resultados. En definitiva, un modelo económico comprobado, que se ha sobrepuesto a escollos externos e internos”, destacó.
Sostuvo que, a pesar de las condiciones externas adversas en el mundo, que están colocando en aprietos a varios países de la región, con el MESCP, la economía boliviana mantiene un ritmo de crecimiento sostenido que al tercer trimestre de la pasada gestión alcanzó un 2,3%.
Asimismo, Bolivia concluyó 2023 con la segunda inflación más baja de la región, en el orden del 2,1%, cuando otros países superan los dos y hasta tres dígitos, “algo impensado para los bolivianos felizmente”.
La nueva Bolivia industrializada
El dignatario de Estado manifestó que el Gobierno reconoce el esfuerzo de cada uno de los bolivianos y afirmó que “sacrificios que hagamos hoy, en unidad, nos llevarán a la Bolivia que soñamos”.
“Afirmamos que la diversidad y pluriculturalidad es nuestra mayor fortaleza y por eso seguimos sembrando y edificando las bases de la nueva Bolivia industrializada, que nos facilite multiplicar productos hechos en Bolivia y por manos bolivianas, sustituir importaciones y compartir con otros pueblos el fruto de nuestro trabajo y, claro está, que ofrezca mayores oportunidades a cada una de nuestras propias familias”, dijo.
En esa línea, afirmó que el proceso industrializador en el país tiene como premisa fundamental la generación de fuentes de empleo e ingresos permanentes para las familias bolivianas, tanto de las ciudades como del área rural.
“Por supuesto que este proceso industrializador busca también dar mayor valor agregado a nuestras materias primas y reducir las importaciones de lo que nosotros podemos producir”, enfatizó.