Con una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra), el presidente Luis Arce inició este jueves los actos por el “Día Nacional del Acullico”, que se celebra cada 11 de enero en Bolivia.
Junto al vicepresidente David Choquehuanca y ministros de Estado, el Primer Mandatario acompañó los actos en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz, con el propósito de revalorizar la tradición y la cultura del acullico (masticado) de la hoja sagrada de coca.
La coca se constituye en un símbolo de identidad de los pueblos indígena originarios de Bolivia y es parte de los rituales religiosos, agrícolas y está presente en la lucha por las reivindicaciones sociales.
La Ley 864, de 2016, declaró el 11 de enero de cada año como el Día Nacional del Acullico para rememorar que en 2013 Bolivia se adhirió nuevamente a la Convención Única de las Naciones Unidas sobre estupefacientes de 1961, con una reserva para permitir el masticado de la coca dentro del territorio nacional.
También, la Ley General de la Coca (Ley Nº 906), promulgada el año 2017, ratifica en su artículo 11, el reconocimiento a la coca como patrimonio cultural, originario y ancestral del pueblo boliviano.
Esta norma define al acullicu, pijcheo, coqueo o boleo, como la masticación de la hoja de coca en su estado natural como un modo de consumo ancestral y tradicional, como símbolo de diálogo, reciprocidad y equilibrio con la naturaleza, trascendiendo esta práctica los diferentes estratos sociales de los bolivianos.