Santa Cruz, 14 mar (Radio Splendid).- En la lucha contra el contrabando, la Aduana Nacional procedió este lunes a la destrucción de 43 toneladas de bebidas alcohólicas y energizantes valorados en 505.187 bolivianos; mismos que pretendían ingresar a territorio boliviano de forma ilegal, en enero y febrero, con el fin de ser comercializados en los días de carnaval.
“El día de hoy (14 de marzo) se procede a la destrucción de 43 toneladas de bebidas alcohólicas, los cuales, buscaban ser internados al país, pero fueron interceptados por nuestros funcionarios. Se trata de mercancía que no cuenta con las autorizaciones pertinentes y pueden afectar la salud de la población”, informó el Gerente Regional, José Luis Mollinedo, después de deshacerse de los productos, en ambientes de Aduana interior, localizado en la ciudad de Santa Cruz.
El acto de destrucción consiste en devastar de forma definitiva un objeto, como consecuencia de una determinación dispuesta en una Resolución Administrativa emitida por la Administración de Aduana. Procedimiento establecido en la Ley General de Aduanas, modificada por la Ley N° 615 y la Ley N° 755 de Gestión Integral de Residuos, aprobada el 28 de octubre de 2015.
Cabe remarcar, que este tipo de productos son considerados como prohibidos por carecer de operadores autorizados, “esta es una lucha constante contra el contrabando y vamos a continuar con los operativos en todo el país”, acotó Mollinedo.
De esa forma, el personal aduanero abre los paquetes decomisados para echar el líquido en un tanque y posteriormente, ser succionados por una cisterna perteneciente a una empresa ecológica, así contribuir con el abono. Por otro lado, las latas y vidrios vacíos son recolectados para la “subasta ecológica”.
Estas mercancías valoradas en 505.187 bolivianos fueron incautadas en 43 operativos estratégicos liderizados por el Grupo de Reacción Inmediata Aduanera (GRIA) y la Unidad de Control Operativo Estratégico (UCOE); quienes precautelan la seguridad en puntos fronterizos y vías interdepartamentales.
Las bebidas alcohólicas y energizantes fueron interceptados cuando provenían de Brasil y Argentina.