Rusia anunció ayer la prohibición de entrar en su territorio a varios funcionarios de la Unión Europea (UE), en respuesta a las “absurdas restricciones unilaterales” impuestas por Bruselas, en momentos de creciente tensión por Ucrania.
Se trata principalmente de representantes de las fuerzas de seguridad, de miembros de órganos legislativos y ejecutivos de algunos países de la UE que son “personalmente responsables de la propagación de la política antirrusa”, indicó la Cancillería en Moscú.
En un comunicado difundido horas después, la UE “lamentó” la decisión rusa.
“Esta decisión carece de toda justificación legal y de transparencia y recibirá una respuesta adecuada”, dijo un portavoz de la UE en un comunicado.
Paralelamente, responsables del Pentágono de Estados Unidos advirtieron que un ataque a gran escala de Rusia en Ucrania tendría consecuencias “espantosas” y aseguraron que aún hay espacio para que la diplomacia evite una guerra.
“Pueden imaginarse cómo quedarían las zonas urbanas densas”, afirmó el jefe del estado mayor estadounidense, Mark Milley, quien prevé “una cantidad significativa de bajas” en el caso de una ofensiva. “Sería espantoso, sería terrible”, dijo.
Junto a Milley, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, dijo que un conflicto en Ucrania aún puede ser evitado pese a que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha colocado a más de 100 mil soldados en la frontera.
“El conflicto no es inevitable. Aún hay tiempo y espacio para la diplomacia”, dijo Austin. Putin “puede decidir una desescalada, puede ordenar que sus tropas se vayan”, agregó.
AFP