La Paz, 26 may (Radio Splendid).- El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en conferencia de prensa, explicó detalles de la causa que el FBI, la fuerza policial de investigación en Estados Unidos, ha desarrollado para la detención de Rodrigo Méndez, jefe de gabinete y mano derecha del exministro Arturo Murillo. En su exposición, Del Castillo señaló que el gobierno boliviano solicitará la extradición de Méndez y también de Murillo.
“Estamos pidiendo la extradición correspondiente, estamos enviando las notas correspondientes para que estos señores vengan a rendir cuentas al pueblo boliviano. No es un pedido del Gobierno, es un pedido de todo el pueblo boliviano porque durante la pandemia, por el terror que sembraron aprovecharon de sembrar narcotráfico y corrupción en nuestro país”, dijo en conferencia de prensa.
Del Castillo calificó «clan mafioso» la relación que une a Méndez y Murillo. En repetidas ocasiones se refirió con esos términos hacia ambos sindicados. También incluyó en el cuadro a la expresidenta Jeanine Áñez, aunque no se mostró ninguna documentación que involucre a la exmandataria.
La detención de Méndez por el FBI responde a los delitos de lavado de dinero y soborno. Del Castillo vincula esta acusación con el desvío y reparto del dinero en la compra de gases lacrimógenos y otras armas letales gestionado por Arturo Murillo y Rodrigo Méndez en los primeros días de su gestión.
De acuerdo a los datos ofrecidos por el ministro de Gobierno, la compra de estos materiales e insumos tuvo un costo total de $us 5.6 millones, aunque el precio real supondría solo $us 3.3 millones. Para la autoridad, este hecho supone un «robo al pueblo boliviano».
La adquisición del material no letal y los gases lacrimógenos se realizó con la intermediación de la empresa BTS, Bravo Tactical Solutions, propiedad de la familia Berkman. Según Del Castillo, existe una amistad entre Murillo, Méndez y Luis Berkman, padre del propietario, desde «sus años de colegio».
La información extractada por el ministro recoge unos párrafos de la documentación presentada por el FBI en la cual se detalla que Méndez habría recibido un primer pago de 582.000 dólares mediante transferencia y un segundo pago de entre 700.000 y 714.000 dólares en mano, este último en Cochabamba.
Ante estas evidencias, Del Castillo aseguró que el gobierno de Bolivia solicitará la extradición de ambos e intentará recuperar los $us 2.3 millones señalados.