El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, declaró un estado de excepción desde el viernes en ocho de las 24 provincias del país andino durante 30 días, que incluye un toque de queda temporal y nocturno, ante un aumento de contagios y muertes por coronavirus en esas jurisdicciones.
En las últimas semanas, varias ciudades entre ellas Quito, ubicada en la provincia de Pichincha, y Guayaquil, en la de Guayas, han reportado mayor velocidad en los contagios que están saturando los hospitales públicos y privados y un aumento importante en el número de muertes diarias por COVID-19.
«He firmado el Decreto 1282 declarando Estado de Excepción por 30 días en las provincias de Pichincha, Guayas, Manabí, Azuay, Loja, Santo Domingo, El Oro y Esmeraldas, con toque de
queda del 2 al 9 de abril, desde las 20h00 hasta las 05h00″, dijo Moreno en su cuenta de Twitter a última hora del jueves.
«¡La pandemia no ha terminado, debemos cuidarnos!», añadió.
El gobierno explicó que el toque de queda busca evitar reuniones y aglomeraciones que provocan un contagio acelerado, por lo que «prohíbe la realización de todos los eventos de afluencia y congregación masiva en las ocho provincias».
Además, la medida restringe la libertad de tránsito y movilidad en las provincias en estado de excepción, sin afectar a las actividades de primera línea como salud, sectores estratégicos, servicios básicos, entre otros, según el decreto presidencial.
La Policía y Fuerzas Armadas del país estarán a cargo de controlar la aplicación de las medidas en esas provincias.
El gobierno justificó su decisión con la indisciplina de los ecuatorianos, que no han respetado las restricciones impuestas por la pandemia. Pero dijo que no afectarán al desarrollo de la segunda vuelta presidencial prevista para el 11 de abril.
En Guayaquil, que soportó el año pasado uno de los peores brotes de la región, las autoridades han dicho que la variante del coronavirus que se originó en Gran Bretaña, una de las más contagiosas, ya circula de manera comunitaria en la ciudad.
Ecuador reporta más de 330.000 contagios y 16.877 muertes confirmadas y probables por COVID-19, según datos oficiales publicados el jueves.
El plan de vacunación avanza con lentitud en la nación, en medio de duras críticas por un mal manejo y una investigación judicial.
Reuters