La Paz, 26 ago (Radio Splendid) – La Defensoría del Pueblo condena y repudia los ataques perpetrados por grupos civiles violentos y organizados que este 26 de agosto ingresaron a las instalaciones de la institución con el objetivo de atacar y atentar contra la vida y la integridad física de su Máxima Autoridad, Nadia Cruz.
La Institución denuncia que estos grupos, que son los mismos que protagonizaron similares ataques contra la institución en noviembre de 2019, actúan con la permisibilidad del Gobierno y la Policía Boliviana, entidad que debería garantizar la seguridad de la población, a la que se llamó reiteradamente para que envíe un contingente para prevenir estos hechos delincuenciales, sin una respuesta efectiva.
Estas personas, que intentaron trepar las paredes para poder llegar hasta el despacho de la Defensora del Pueblo, lanzaron amenazas y palabras irreproducibles contra esta Autoridad y contra los funcionarios defensoriales, con la clara intención de amedrentarlos y agredirlos físicamente sin ningún respeto ni protección ante un posible contagio de COVID-19.
Se pone en conocimiento que el personal defensorial no ha cesado de trabajar durante la emergencia sanitaria por la pandemia, como consecuencia de ello se han registrado bajas, y lo sucedido el día de hoy atenta contra la salud de los funcionarios y de la población que acude a la institución que también se vio afectada.
Denuncia, asimismo, que estos grupos civiles estarían actuando por orden de un diputado, toda vez que se escuchó que reportaban, vía teléfono celular, su ingreso a esta institución exigiendo la renuncia de la Defensora del Pueblo.
Existe una denuncia en el Ministerio Público por los ataques de noviembre de 2019, la cual será ampliada con lo sucedido la jornada de este miércoles y se espera que esta instancia actúe como corresponde e investigue estos hechos para sancionar a los responsables.
La Defensoría del Pueblo ratifica su compromiso de continuar trabajando por la defensa de los derechos humanos y afirma que no cederá ante este tipo de ataques que tienen un claro interés político que ha quedado en evidencia desde noviembre del año pasado.