Nueva York, 11 sep (AFP).- Nueva York rindió homenaje este miércoles soleado a las 2.983 personas fallecidas hace exactamente 18 años en los atentados terroristas contra las Torres Gemelas.
Familiares, bomberos, policías y autoridades se reunieron en el memorial del 11/9 en el sur de Manhattan para marcar el aniversario de los peores atentados de la historia, cuando el 11 de septiembre de 2001 integrantes de la red Al Qaida secuestraron aviones y los estrellaron contra los icónicos rascacielos.
Hicieron silencio primero a las 08h46, la hora exacta en la cual los secuestradores del vuelo 11 de American Airlines estrellaron la nave entre los pisos 93 a 99 de la torre norte.
El segundo momento de silencio tuvo lugar a las 09H03, cuando el vuelo 175 de United Airlines se estrelló contra los pisos 77 a 85 de la torre sur.
Como cada año, varios familiares -algunos niños- se turnaron para leer los nombres de todas las víctimas del atentado más sangriento en la historia de Estados Unidos, a veces pronunciando algunas palabras sobre sus seres queridos, en una ceremonia que debe durar cuatro horas.
La lectura se interrumpió brevemente para hacer otros dos momentos de silencio, cuando un avión chocó contra el Pentágono y cuando el vuelo 93 de United se estrelló en un campo de Shanksville, Pensilvania.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el alcalde Bill de Blasio y sus predecesores Michael Bloomberg y Rudy Giuliani estaban entre los presentes.
Los familiares, algunos llevando fotos de los seres queridos que perdieron, se abrazaron y consolaron mutuamente, y dejaron flores en el memorial.
Al ritmo de gaitas, un grupo de policías ingresó a la ceremonia cargando una bandera estadounidense, y luego los presentes entonaron el himno.
En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump y su esposa Melania recibieron a algunos familiares de las víctimas y a sobrevivientes, y también celebraron un minuto de silencio.
Trump tiene previsto pronunciar este miércoles un discurso en el Pentágono.
Además de las personas muertas o heridas hace 18 años, miles de rescatistas, policías, obreros de la construcción o residentes del Bajo Manhattan desarrollaron desde entonces enfermedades mortales a raíz del humo tóxico que emanó del lugar durante meses.