Hanoi, 28 feb (EL PAÍS).- Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se vieron las caras al punto de la mañana de este jueves en el hotel Metropole, pocos podían presagiar lo que iba a pasar tan solo unas horas después. Como en la cena del día anterior, ambos conversaron con optimismo y presentaban buena cara, e incluso el norcoreano se arrancó a contestar una pregunta de la prensa extranjera, algo tremendamente inusual. «Tengo el sentimiento de que vamos a lograr buenos resultados», señaló.
Todo parecía ir bien, y los protagonistas incluso dejaron entrever la posibilidad de abrir oficinas de representación de cada país en la capital del otro, algo que hubiera supuesto un avance histórico. Pero apenas superado el mediodía, la euforia dio paso a la decepción cuando se anunció que las delegaciones iban a abandonar el hotel sin «ningún acuerdo» ni participar en el almuerzo conjunto que estaba programado. El motivo, según explicó el estadounidenses en una rueda de prensa posterior, es que «Corea del Norte quería que levantáramos las sanciones por completo, y no podíamos hacerlo».
Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se vieron las caras al punto de la mañana de este jueves en el hotel Metropole, pocos podían presagiar lo que iba a pasar tan solo unas horas después. Como en la cena del día anterior, ambos conversaron con optimismo y presentaban buena cara, e incluso el norcoreano se arrancó a contestar una pregunta de la prensa extranjera, algo tremendamente inusual. «Tengo el sentimiento de que vamos a lograr buenos resultados», señaló.
Todo parecía ir bien, y los protagonistas incluso dejaron entrever la posibilidad de abrir oficinas de representación de cada país en la capital del otro, algo que hubiera supuesto un avance histórico. Pero apenas superado el mediodía, la euforia dio paso a la decepción cuando se anunció que las delegaciones iban a abandonar el hotel sin «ningún acuerdo» ni participar en el almuerzo conjunto que estaba programado. El motivo, según explicó el estadounidenses en una rueda de prensa posterior, es que «Corea del Norte quería que levantáramos las sanciones por completo, y no podíamos hacerlo».
«Corea del Norte quería que levantáramos las sanciones por completo, y no podíamos hacerlo»
Siempre según su versión, Kim habría llegado a ofrecer la clausura de la central de Yongbyon, clave durante años de su programa nuclear, pero no a hacer lo mismo con una segunda instalación. «(Yongbyon) es una central muy grande, pero no es suficiente. Queríamos más, incluida esa segunda planta de uranio. Quiero acabar con las sanciones pero tienen que hacer más cosas. A veces tienes que estar listo para levantarte (de una negociación). Decidimos que no era apropiado firmar un acuerdo», aseveró.
Durante los días previos al encuentro, Trump había insistido en que no tenía prisa por firmar un acuerdo y que lo importante era «hacer lo correcto». «Podría haber firmado un acuerdo hoy, pero prefiero hacerlo bien antes que rápido», dijo en su comparecencia.
En la histórica cumbre de Singapur celebrada hace ocho meses, ambos líderes apostaron por la desnuclearización de la península coreana. Sin embargo, la vaguedad de los términos que emplearon ha provocado que, desde entonces, apenas se haya avanzado en la negociación, ya que cada parte entiende por «desnuclearización» algo diferente que el otro. Sobre esa cuestión, Trump reconoció que la visión de Washington sigue sin coincidir con la de Pyongyang, «pero está más cerca que hace un año», aseguró.
Pese al fracaso que supone acabar esta esperada cumbre sin nada, tanto Trump como su secretario de Estado, Mike Pompeo, quisieron destacar la parte más positiva de un encuentro al que calificaron de «productivo» e «interesante». El mandatario también dijo que el final de la reunión fue «muy amistoso» y que con Kim «existe una cordialidad, y espero que dure». «(Kim) dijo que no habría más pruebas de misiles, cohetes o de nada que tenga que ver con lo nuclear», aseguró sobre la posibilidad de que Pyongyang retome sus ensayos nucleares y balísticos.
Pese a sus explicaciones, sigue habiendo muchos interrogantes sobre lo que ha pasado para que las dos partes hayan acabado con la cumbre de manera tan abrupta. Algunos analistas apuntaron que el presidente estadounidense podría haberse distraído por el testimonio que dio ayer su exabogado personal, Michael Cohen, ante el Congreso. Ahí, el letrado acusó al dirigente de mentir y de racista, y reveló que sabía sobre las filtraciones de Wikileaks de los correos electrónicos del Partido Democrático que afectó a Hillary Clinton.
Poco después de las 15.30 hora local (09.30 hora española), el Air Force One presidencia ponía rumbo a Washington con el presidente a bordo. Por su parte, está previsto que Kim permanezca en Vietnam un par de días en visita de Estado.